La Guía de una Sexóloga para Tener una Vida Sexual Plena
- Matias Castro
- 25 nov 2024
- 2 Min. de lectura

Imagina esto: estás en la cama con tu pareja y, de repente, te invade esa temida ansiedad por el desempeño.
¿Te ha pasado?
Déjame decirte algo como sexóloga: es mucho más común de lo que piensas. Nos obsesionamos tanto con “hacerlo perfecto” que olvidamos lo más importante: sentir el momento y conectar con nuestra pareja en lugar de cumplir con una lista de expectativas irreales.
Lo que realmente NO importa tanto como crees
Es hora de desmentir un gran mito. ¿Te has preocupado por llegar al orgasmo, por no estar lo suficientemente excitadx físicamente, o por sentir presión para tener sexo penetrativo aunque no lo desees? Esto es la definición exacta de ansiedad por el desempeño.
Y aquí viene el problema: cuando concentras toda tu energía en alcanzar esas metas, el resultado suele ser el opuesto. En lugar de lograr un encuentro mágico, terminas alejándote aún más de lo que querías.
¿Por qué pasa esto?
Porque al obsesionarte con cumplir esas expectativas, tu cuerpo entra en modo estrés. Tu sistema nervioso se activa como si estuviera frente a un peligro, y eso apaga tu respuesta sexual. Básicamente, tu ansiedad por rendir bien sabotea tus posibilidades.
Entonces, ¿qué hace al buen sexo?
Ahora, las buenas noticias: la investigación de la Dra. Peggy Kleinplatz ha revelado lo que realmente importa para disfrutar del sexo de manera plena, ¡y sorpresa! No tiene nada que ver con cumplir con “números” o expectativas.
Estas son las claves:
Estar presente y conectar con tu cuerpo: Disfrutar el momento y sintonizar con tu pareja.
Sincronía y conexión emocional: Crear un ritmo y conexión que sea mutua.
Íntima y profunda intimidad sexual: Ir más allá de lo físico, compartiendo una conexión real.
Comunicación abierta y empatía: Hablar con honestidad y entender las necesidades de la otra persona.
Autenticidad y cero inhibiciones: Mostrarte tal cual eres, sin miedos ni máscaras.
Plenitud, paz y transformación: Encontrar momentos de trascendencia que sanen y fortalezcan.
Explorar y divertirse: Jugar, probar cosas nuevas y abrazar la aventura juntos.
Vulnerabilidad y entrega: Dejar ir el miedo, ser vulnerable y permitirte disfrutar sin presiones.
Por qué muchas veces nos equivocamos
Culpemos un poco a las películas, los medios o el porno. Estas fuentes suelen mostrar un sexo irrealmente perfecto, donde todo fluye sin problemas.
¿El resultado? Cuando algo no sale como “debería,” intentamos seguir adelante como si nada. Pero lo que realmente necesitamos es lo opuesto: pausar, escuchar a nuestro cuerpo y hablar con nuestra pareja.
Tal vez eso implique bajar la intensidad, comunicar tus emociones o simplemente disfrutar actividades más ligeras como besar y acariciar.
Ser auténticx y vulnerablx siempre será mejor que fingir ser el/la amante “perfectx.” Recuerda: el buen sexo no tiene que ver con alcanzar una meta idealizada. Se trata de estar presente, conectar y liberarte de la presión.
Así que, la próxima vez que te sientas ansiosx durante un encuentro, respira. Enfócate en el momento. Porque al final del día, el sexo no es un destino, sino un viaje para disfrutar juntos.