Cuando el corazón muere: Reflexiones sobre la traición y el amor
- Matias Castro
- 22 sept 2024
- 1 Min. de lectura
Hay momentos en los que el amor, que una vez fue todo luz, se transforma en sombra. La traición en una relación es como una daga invisible que atraviesa lo más profundo de nuestro ser.

Nos hace cuestionar no solo a la otra persona, sino también lo que creíamos ser y sentir.
Cuando alguien nos engaña, el corazón no muere de inmediato. Se va apagando lentamente, con cada mentira y cada promesa rota. Esa sensación de vacío, la duda constante sobre si fue nuestra culpa, si pudimos haber hecho algo diferente… es una lucha interna entre lo que sentimos y lo que sabemos que es verdad.
Pero, ¿qué pasa cuando el corazón finalmente se rompe? No hay un camino definido para la recuperación. Cada persona encuentra su forma de sanar, y ese proceso puede ser tan diverso como lo es el amor mismo. Hay quienes prefieren el silencio y la soledad, otros buscan respuestas, y algunos simplemente siguen adelante, aunque el dolor aún esté ahí, como una sombra siempre presente.
Lo cierto es que el corazón herido no es el final. Aunque el amor que una vez sentiste parezca imposible de recuperar, el tiempo, la reflexión, y el autocuidado lo reviven. Y aunque la traición deja cicatrices, nos recuerda lo valiosos que somos y la importancia de amarnos a nosotros mismos primero.
A veces, perder a alguien que nos traicionó es encontrar el camino de regreso a nosotros mismos. El dolor no define quiénes somos, pero sí nos enseña la fuerza que tenemos para resurgir.



