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No estás rota: cosas que aprendí después de una ruptura que no me enseñaron en terapia


@Philippe Halsman
@Philippe Halsman

Hay dolores que no caben en una sesión de 50 minutos. Hay vacíos que ni el mejor terapeuta puede llenar. Y aunque amo la terapia —y la recomiendo siempre—, lo cierto es que después de una ruptura amorosa, descubrí lecciones que solo el tiempo, el silencio, y los días de llorar sin motivo me enseñaron.


Hoy quiero compartirte algunas de esas verdades que aprendí afuera del consultorio, en la vida real. No para reemplazar la terapia, sino para recordarte que no estás rota. Estás sintiendo. Estás viviendo. Estás sanando.


1. No todas las despedidas necesitan ser entendidas para ser respetadas

Muchas veces buscamos una explicación lógica, una razón concreta que nos ayude a cerrar el capítulo. Pero hay vínculos que se rompen sin sentido aparente. Y eso también está bien. Aprendí que el cierre no siempre viene con palabras, a veces viene con el tiempo... y con la paz.


2. Extrañar no significa que debas volver

La nostalgia es traicionera. Un recuerdo bonito no borra el daño, la falta de reciprocidad, ni las veces que te sentiste sola incluso estando acompañada. Extrañar es humano. Volver por costumbre, no.


3. Tu valor no se define por quien te dejó de amar

Que alguien no haya sabido amarte bien no significa que no seas digna de amor. Significa, simplemente, que no era ahí. Tu valor es interno, constante, y no cambia porque alguien no supo verlo.


4. No tienes que estar “bien” todo el tiempo

Hay días en que te levantarás fuerte, poderosa, invencible. Y otros donde te rompas solo por ver una canción en tu playlist. Ambos días valen. Ambas versiones de ti merecen amor.


5. Sanar no siempre es bonito, pero siempre es valiente

Llorar hasta quedarte dormida, escribir cartas que nunca envías, eliminar fotos y luego volverlas a mirar... eso también es parte del proceso. No lo minimices. Cada paso cuenta.


💬 Al final...

No estás rota. Estás reconstruyéndote. A tu ritmo, a tu manera, con cicatrices que algún día dejarán de doler y empezarán a contar la historia de cómo volviste a ti.

Y eso, amor mío, no te lo enseñan en ninguna parte. Eso se vive.

 
 
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